Marcos Ana

Sus ojos de mirada serena.Tiene el semblante como si por el no hubieran pasado los 88 años que su documentación declara. de movimientos ágiles, mejor no hablarle de movimiento, eso si le produjo dolor y a pesar de todo no busca revancha. No puedo hablar del poeta sin hablar del hombre. No le puedo ver libre sin sus barrotes. No lo entiendo vivo sin sus condenas a muerte. ¡Y tan sereno! han paso muchos años desde entonces, pero 23 años de cárcel, por lejanos que te los pinte, son muchos años solo por defender tus ideas y no busca revancha. Cuesta creer que ya no hay pesadillas de esos amaneceres de pelotón. Esas madrugadas que buscaban la víctima y no llamaban a su puerta. vivir cada día el último día.
No hay amargura y no es de estrañar; también conoció a Picasso y a Neruda y compartió cárcel con Miguel Hernandez. Poeta entre rejas, embajador de los oprimidos en el destierro, memoria viva en el regreso. Memoria serena. Memoria de los olvidos y amnesias. Memoria conciliadora.
Lo vi sonreír como un niño contando historias o quise yo ver la sonrisa inocente. también la pícara. Una vida que me cuesta reconocer desde mi vida. Recuerdos de relatos familiares olvidados renacen en mi cabeza, pero yo tampoco estoy por resucitar fantasmas y memorias de revanchas.
Bien hallado Marcos Ana. Tarde pero eternamente hallado.

de rojo y negro

De rojo y negro, como rosa sobre asfalto. De rojo y negro, como sangre sobre piel de toro. de rojo y negro, como pintó Romero de Torres a la mujer morena. De rojo y negro; así la encontre sentada en la butaca.
No es cierto. Fue en el quicio de la puerta y pasamos al salón, se sentó en la butaca, y ahora si. En al butaca sentada era una alta dama invadiendo los espacios de la estancia. El largo pelo abundante, azabache, cada uno en su lugar, como ejercito bien aleccionado. la figura esbelta; la cara.., En esa cara no pasan los años, pero en sus ojos la pena, el dolor de la ausencia, el recuerdo de la perdida que los humedece y no por ello dejan de ser los enigmaticos ojos que recordaba.

100 minutos de conversación que se esfuman como segundos, en un solo parpadeo. Siempre, el tiempo es demasiado corto cuando ella esta presente. Presencia imponente con mente ausente por ratos. ¿Donde viajara con su cabeza mientras da vueltas al pollo en el plato?

De rojo y negro; asi a quedado en mis retinas, en mi mente, en mi pensamiento. De rojo y negro como ella misma. Rojo apasionado por la vida, negro de dolores y pesares.

Siempre me quedo pensando, despues de verla y durante días, en ella, en lo admirable que es todo lo que hace y lo poco que le demuestro mi admiración.

De rojo y negro que enigmatica belleza me acercarón esos colores ente viernes.

No se para que escribo tanto si solo una frase lo abarca todo:

¡He visto a Delia!


Arezyl 2008

Comienza el fútbol y los toros

-¿Y mi bufanda?¡Inés! ¿Has visto la bufanda?
-¡En el cajón ultimo junto a la gorra firmada por Alister.
¡¡Alister fue el mejor!! Piensa Jorge mientras se acerca al mueble, Alister nunca tuvo rival. Claro, entonces, por que este años menudo equipo tenemos. Este año a por el campeonato.


Andrés se afeita con parsimonia, aun falta tiempo para que comience el partido y quiere estar bien presentable. Ropa interior bien limpia, camisa y pantalón impecables, lo que todavía no ha decidido es si llevará americana o será excesivo; quizás la cazadorita clara sea mas apropiado.
-Joder Inés, la bandera esta hecha un higo. ¿Como no la guardaste doblada?, voy a ser el blanco de las bromas de todos.- Que Jorge ¿Asi de arrugado lo traes todo? -y yo a aguantar con una sonrisa para no descomponerme, esperemos que el juego los tenga mirando a otro lado. ¡Ines, cariño! ¿donde estas? No encuentro la tarjeta.
-Estoy dándome una ducha. La tarjeta esta el comedor en la vitrina dentro de la jarra firmada por Arrieta.
¡Hostia Arrieta que porterazo! no se cuando volveremos a tener otro como ese. Aun recuerdo el penalti que le paro a Jenssen y les quito la liga por todo el morro.


Andrés ya esta casi listo. Otra cepillada a los zapatos y una ultima mirada en el espejo del recibidor. Cierra la puerta de casa y toma el coche para dirigirse a casa de sus amigos.

-Inés pero que rica estas saliendo de la bañera, anda que si no fuera por que ya es la hora y me espera la peña, te me escapas viva esta tarde. Me parece que si no llega a haber fútbol, esta tarde ni salíamos de casa.

Inés se queda sola en casa, pone la radio y comienza a repartir la crema hidratante por todo su cuerpo; saca la lencería mas insinuante que tiene y se sienta en el sofá a escuchar el programa deportivo mientras ojea una revista.
El locutor conecta con el campo para radiar el comienzo de la contienda, en ese mismo instante suena el timbre de la puerta y Andrés llega con unos bombones.
La radio se apaga y los dos se pierden dentro de la habitación.

La Hora del adiós

Ululaba el viento y las hojas crujían bajo sus pies. Algunas hojas, ya que arrastraba mas que elevaba las piernas al caminar. Se podría decir que las iba apartando de su camino. Volvió a ajustarse la bufanda al cuello procurando tapar la boca. Acababa de abandonar un fuerte catarro y no le apetecía recaer. Amanecía en la ciudad y las sombras, ahora largas, de los árboles semidesnudos del parque, se asemejaban flechas marcándole la dirección a seguir. Se cruzó con las mismas gentes que lo veían pasar desde hace ya doce años. De lunes a viernes y del 1 de septiembre al 31 de Julio. Como por los árboles, el otoño de la vida también había hecho mella en él. Su pelo escaseaba en la cabeza amenazando mostrar el cuero cabelludo cada vez que perdía el orden impuesto por el peine. Su color, antes negro y ahora de un gris plateado que le ponía mas años de los que su carné decía. El rostro siempre taciturno y pensativo, no había sido ajeno al desgaste de la vida y erosionado por los años, se había ido poblando de arrugas; al principio apenas perceptibles y hoy marcadas y visibles a cualquier distancia.

Pero aunque caminaba a la misma hora por los mismos lugares y se cruzaba con las mismas gentes, sus pensamientos habían cambiado. Sí, caminaba al mismo lugar de siempre, al banco donde había dejado estos últimos años de su vida, pero esta vez iba a despedirse de sus compañeros y no solo por la tan ansiada y al fin alcanzada jubilación anticipada, si no por que la suerte tantas veces esquiva y aunque ya tarde le sonrió esta vez ; así que también depositaría un billete de lotería premiado. A sus mas allegados les pensaba comunicar esta mañana su decisión de separarse, no quiere ver a su mujer sufrir por él, y su nueva residencia en un lugar del Caribe que todavía no ha determinado, pero que anunciará, sobre todo a los enemigos, que sin ser muchos, o de poca monta, siempre están por hay.
A su mujer le deja todo lo que compartieron y un cajón de recuerdos que anduvo guardando estos últimos años y la promesa de olvidar desprecios y disgustos acumulados en los buenos años compartidos. El se lleva los recuerdos de los buenos años vividos y varios secretos.
Se lleva la copia de la notaría donde dejó el testamento y en el que todo es para ella, su único amor de esta vida, Todo se lo deja a su mujer; que ha sido su apoyo u su fuerza durante todos los años de matrimonio.
Y se lleva también los resultados de las últimas pruebas medicas y la confirmación de su cáncer de pulmón y los seis meses de vida pronosticados y que no quiere compartir con nadie.
Se lleva el dolor, la falta de aire y la convicción de no querer que se le recuerde enfermo y agónico.
Y se lleva un billete solo de ida hacia la soledad y la muerte.
Arezyl 2006

Y LA VIDA PASÓ

Me acosté extraño. con raras sensaciones, pero la noche me dejó descansar. Unas pocas vueltas de más, que no se notaron en la mañana, ya que la sensación de descanso era notable. Como siempre y temprano, sin haber amanecido, sigiloso, para no despertar al resto de la familia, comencé el aseo matinal, mecánico, también como siempre. Vestido ya, el último retoque: peinarme mis cuatro pelos casi sin mirarme en el espejo. Una mirada de refilón que me devuelve un reflejo vacío. Apenas reaccioné y continué con mi mañana. Al entrar en la oficina saludé al bedel con mi escueto hola de siempre, pero este sin soltar sus buenos días de costumbre me miró con extrañeza. Me senté en mi mesa y sonreí a Julia, la chica nueva que sustituyó al jubilado Ruesca; menudo cambio para mis ojos y mis oídos, de los malos humos de " cara de perro" a la dulzura de "angelical Venus", más de una noche me he dormido con su imagen en mi cabeza. Ella que siempre tan amable me la devuelve, ni se inmutó. Llegó don Ángel, el jefe, y al pasar por mi mesa preguntó: ¿ y Antoñana, alguien sabe por que no esta ya en su puesto? - Estoy aquí señor - dije y todos retrocedieron asombrados o asustados, no se describir la sensación, pero yo me quedé perplejo. Don Ángel miró debajo de la mesa en busca de un altavoz mientras gritaba que no quería este tipo de bromas en el trabajo y que saliera de donde estuviera inmediatamente. le volví a decir-pero si estoy aquí a su lado, a la vez que tocaba su brazo. El grito o alarido fue estremecedor y en su huida me dejo su chaqueta prendida de mi mano. En ese instante mis compañeros también comenzaron a caminar de espaldas retirandose. - No esperad - les dije, pero cuanto mas hablaba yo mas corrían ellos. El pánico me invadió el cuerpo y yo también corrí en dirección contraría hacia la salida. El bedel que había reconocido la chaqueta del jefe, al verla correr sola por le pasillo, se lanzó y me la arrebató con gran satisfacción para él y tranquilidad mía. Al llegar al portal, en el espejo de la entrada, vi, más correcto sería decir que no conseguí ver, lo que ya era evidente: me había hecho invisible. La vida tan anodina, el trabajo tan mecánico, mi falta de carisma han hecho que pase por la vida de forma tan anodina junto a los míos, que la he cruzado sin ser visto, sin contar. Ahora deambulo en busca de una aventura que me devuelva a mi estado, o de un alma gemela que mitigue ni soledad.

Arezyl 2007

SALIR DE VACACIONES

Cada día es mas dificil esto de salir de vacaciones. Si ya de por si es complicado ponernos toda la familia de acuerdo en las fechas y el lugar, ahora vienen los preparativos.
Ayer se lo pasaron los dos hijos llorando desconsolados por que se enteraron de que la perra se quedaba en la guarderia. Y hoy estan llorando por que no encontramos con quien dejar a la abuela. Y es que no esta nada facil. Páse que por la perra te cobren lo que te cobran, que bien pagado esta, pues la pobre seguro que la sacamos con depresión y aqui te cubren las tres primeras visitas al veterinario. Pero.. ¿tu sabes lo que cobran en una residencia por tener 15 dias a la abuela? ¿ni que comiera marisco todos los dias! Si a esta con un poco de sopa y un colacao ya esta servida para todo el día. Y cuidados ninguno, que la sacas por la mañana al jardín y no dice ni mu hasta que la metas para echarle de comer. Con la perra es otra cosa, tiene que correr y alimentarse equilibradamente, eso ya lo he recalcado, que a mi no me la devuelvan gorda. que los demando.
Y es que en el hospital ya me han dicho que no. que los dos años anteriores que coló por lo de la anémia, pero que tercer año en agosto que no la cogen. La medicina esta descorazonada, faltan sentimientos, creen que los que vamos por allí somos mercancia en vez de personas.
Los parientes todos miran para otro lado y la cuñada lo primero que me ha dicho ha sido: ¿no te quedas tu con su pensión y te estas a provechando de su piso? ¡pues ahora apechugas! ¡ala ten familia!
Los chicos decian de dejarla en la gasolinera primera, pero a mi me parece mal.
Yo creia que se le deberia dejar en otra donde se encuentre mas desorientada, por que seguro, que aparece en horas por casa y lo unico que me falta es que me den las vacaciones tambien los vecinos.
Pero de todas formas eso tambien esta descartado. ¡Que le parece!, les han dado en el club de jubilados unas charlas de las tecnicas mas utilizadas por los parientes para abandonarlas.
¡ Si no hay derecho! . Le voy a prohibir que vaya a esos centros, no hacen mas que calentarles la cabeza con derechos que les dicen que tienen y luego a ti te amargan la existencia.
Hasta a la perra le pone nerviosa, y más paciencia que esa no tiene nadie en esta familia.
En fin creo que le voy a dar un billete para el pueblo con la excusa de que no cabemos todos en el coche y cuando aparezca por allí y nos llamen les dire que se nos escapa de casa y que algun vecino me la cuide hasta la vuelta que pasaremos a recogerla
Arezyl 2004